Sesión 07 - 21/09/24

Los protagonistas luchan contra Jorin y sus hombres pero son demasiados. Aprovechando la oscuridad, Elia se infiltra por un lateral de la cabaña y descubre a una docena de Locust encerrados. Para causar una distracción libera a los Locust. Estos comienzan a comer y se transforman en horribles criaturas demoníacas que atacan a todo lo que encuentran. Los supuestos exterminadores huyen, sin embargo Jorin empujado hacia las criaturas y devorado vivo. Jorin se arrastra con todas sus fuerzas unos metros pero Elia termina con su vida. Mientras luchan con las criaturas, estas ponen huevos en los restos de los cadáveres de los muertos, incluidos otros Locust. Tras observar esto, los protagonistas deciden huir y evacuar la aldea de Elmsdale.

Al llegar a Elmsdale utilizan la campana de la iglesia para despertar a todo el pueblo. El primero en acudir es Mathew quien vive en la propia iglesia. Le explican el problema y decide adentrarse al bosque para frenar a las criaturas y ganar tiempo a los demás. Elia se culpa por haber liberado a estas criaturas pero Mathew tranquiliza asegurando que él es el único culpable por haber ignorado esta amenaza. Mathew se va y los protagonistas terminan de reunir a los aldeanos, les describen el problema de manera resumida. Gressel y Thorian quedan responsables de dirigir al pueblo al puente cercano y esperar allí 2 horas, en caso de que no vuelvan seguirán a la próxima villa.

Elia, Knux y Campbell van a la taberna a para rescatar provisiones y se encuentran a los hombres de Jorin. Estos se resisten a hablar pero tras unas amenazas terminan admitiendo que son bandidos que recibieron los Locust de un hechicero que vivía en una cueva en el bosque. Solo saben que no deben darles de comer de noche porque se transforman en esas criaturas hasta la mañana siguiente, dado que Jorin fue quien cerró el trato no pueden indicarles más, pero pueden indicarles en su mapa donde está la cueva. Los protagonistas deciden ir a esta, todavía de noche. Encuentran a unos goblins en esta y matan a todos, se encuentran en el fondo de esta con una pared invisible y entran a una zona secreta de la cueva. Aquí hay un sello mágico dibujado en el suelo. Los protagonistas tocan el sello para investigarlo pero invocan dos enjambres de vescavor. Una vez disipados los enjambres, buscan en las múltiples mesas de trabajo encontrando pociones, venenos, pergaminos, hojas sueltas y un libro. Las hojas detallan experimentos realizados por este hechicero sobre como ha invocado a los Locust, luego a los vescavor y se ha ido en busca de material para invocar una reina vescavor. Su objetivo parece ser comunicarse y controlar el enjambre. Menciona también su relación cultos dedicados al apocalipsis, no aprecia su relación pero la aprovecha por beneficio. Por último, el libro encontrado es analizado por el padre Campbell, detalla un ritual con el que protegerse de los vescavors.

Acabando de explorar la cueva del hechicero, regresan camino al bosque donde fue Mathew a detener la plaga mientras sale el sol. Se encuentran de nuevo a los Locust pero son mansos y amables con ellos, sin embargo están al rededor del cadáver del padre Mathew, devorado y destrozado, apenas reconocible. Los Locust les miran con pena y sus bocas ensangrentadas. Los protagonistas intentan matarles pero son decenas, cientos de ellos, multiplicados durante la masacre de la noche suponen y tienen fe en que solo con los cadáveres de animales y ninguna víctima del pueblo. Cuando se agotan y se rinden, los Locust les rodean e intentan abanicarles, hacer de almohada, etc. El grupo se ve perturbado por la diferencia de personalidad en ellos y Elia sigue sin perdonarse haber liberado a estos. Juntos regresan a la aldea con el cadaver del padre Mathew y lo entierran en el jardín de la iglesia, dando el padre Campbell una misa humilde. Finalmente ponen rumbo a la siguiente villa para reunirse con los aldeanos de Elmsdale que huyeron.

Tras varios días de viaje llegan y se encuentran en la salida de la villa a un grupo de Caballeros Negros dispuestos a acudir a Elmsdale avisados por los aldeanos que han llegado hace poco. Aparentemente es un pequeño escuadrón de reconocimiento liderado por Soriz, conocido de Elia y Knux. Elia, al estar perseguida por los caballeros, se esconde, Soriz reconoce igualmente a esta pero prefiere no decir nada delante de los demás.