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Sesión 18 - 09/02/25

En la base de caballeros aprovisionan y mejoran su equipo mientras Norgon transporta a un escuadrón de Signifiers con Valeria y vuelve, gracias a su nuevo hechizo todo en solo unas horas. Pasan allí el día y a la mañana siguiente parten con un escuadrón a la aldea de los druidas (dejan como punto de encuentro Willsong por el margen de error en el hechizo y parten durante la noche para llegar de día a los druidas).

Según se adentran en el bosque ven como la peste de Murgoth está consumiéndolo todo. En el camino se encuentran con una manada de murglins que espantan sin mucho problema, pero han delatado su llegada. Siguen avanzando hasta un claro, donde Albus y el resto de los druidas les esperan. Elia y él discuten sobre su plan pero él insiste en un mundo sin dolor con las bendiciones de Murgoth. Se retira a una estructura con forma de cabeza de monstruo cuyas fauces llevan al interior de una cueva.

El grupo lucha en la superficie contra los druidas y tras vencer se adentran en la cueva, llena de putrefacción, cadáveres y musgo. Aquí Albus termina un ritual, transformándose en un poderoso demonio de la enfermedad. Solo con sus puños y en cuestión de segundos, mata a un Pugnator haciéndole papilla en el suelo. Elara ralentiza y debilita al monstruo mientras juntos continúan atacandole hasta que rompen sus defensas. Cuando se ve acorralado, reclama el cucharón de Murgoth entregado a Campbell y acaba con Elara. Knux lleno de rabia escala la criatura, clava su espada y se desliza rasgando al demonio de arriba a abajo, acabando con este.

Los protagonistas lamentan la muerte de Elara. Elia y Knux intentan separar su alma como animistas para verla una vez más pero ella les detiene, agradeciéndoles el tiempo juntos y despidiéndose de ellos. Norgon busca desesperadamente hechizos de resurrección mientras Campbell trata de coger la cuchara de Murgoth pensando que quizás podría salvar a Elara pero Elia les hace entrar en razón, Elara está muerta y nada que hagan podrá cambiarlo. El grupo sale de la cueva con las dos bajas para darle un entierro digno mientras la cueva colapsa sobre su peso. Cambell recupera al cuervo de Pharasma y su murgling se queda atrás, jugando con los restos del cadaver del coloso.

Una vez fuera, Campbell reza a Pharasma por Elia, sintiendo el susurro de Pharasma en el viento, su alma será protegida por ella. Elia coordina al escuadrón de Bellacor y les pide que vayan a ayudar a Valeria, ellos continuarán solos para entablar alianza con las elfas. Así el grupo se queda de nuevo solo, con un integrante menos pero decididos en su misión.