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Sesión 20 - 23/02/25

El grupo busca en mitad de la noche un sitio donde dormir y Campbell les lleva donde debería estar la taberna de su viejo compañero de aventuras Amundi Hakonsson. Este les recibe en mitad de la noche y se alegra de ver a Campbell. Les invita a una bebida y desvela que tiene una hija recién nacida. El grupo va a la habitación, que también les deja gratis, y hablan sobre la maldición de Rose. Deberían secuestrar a la hija de Amundi pero Campbell y Knux están en contra mientras Elia y Norgon piensan que deberían aprovechar la oportunidad. Al no llegar a un consenso, quedan en buscar ropas para tapar las orejas de Elia a la mañana siguiente. Tras conseguir las ropas, Elia intenta ponérselas y con los nervios rasga todas. Vuelven a comprar pero esta vez necesitan vender algunos venenos para ganar dinero.

Ahora listo, el grupo acude a la casa del líder, Bjorn Colmillo de Lobo. Este se encuentra con sus hijos, dos grandes cazadores, pero gracias a la actitud de Elia y su armadura de Bellacor no sospechan ni se dan cuenta de que es una elfa. El líder les cuenta la historia de Bellacor:Bellacor.

[PENDIENTE AÑADIR HISTORIALEYENDA DE FOUNDRY]BELLACOR]

Con esta nueva información, el grupo regresa con Amundi. Este presenta su hija a los protagonistas, siendo todavía un bebé y le deja a todos cogerla en brazos. Cuando Elia la sujeta recuerda sus principios por proteger a los niños, para que no pasen lo que ella tuvo que sufrir, dándose cuenta de que ha estado a punto de traicionar sus principios. Norgon también se arrepiente y pregunta al grupo como son capaces de aguantar la presión ser los únicos que pueden salvar el mundo. El grupo se despide de Amundi y deciden no ayudar a Rose.

En el instante que lo deciden, Rose les transporta de vuelta a su árbol. Knux, Campbell y Elia están decididos (aunque Norgon tiene miedo). Sin embargo Rose se retracta, dándose cuenta tras oírles (escuchaba todo lo que decían) de que no ayudarán a su causa por este camino. La orgullosa Diosa admite que no ha actuado de la mejor forma para sus hijas y decide enmendar la situación. Primero, ofrece no convertirles en árboles si van acompañados por sus cazadoras elfas. Sin alternativa pero realmente de acuerdo con el trato, el grupo acepta. Segundo, les regala una bolsa con una tormenta para despejar la niebla de la isla maldita. Advierte también que si abren esta en una ciudad podría destruirla entera. Por último, les da una semilla con la que se comunicará con el grupo, aclara que hará esto cuando quiera, no cuando ellos la necesiten. Deja transformada a Elia en elfa y ella promete no esconder sus orejas, para que la gente vea a las elfas como personas, no como monstruos. Rose confía que con todo esto, sus hijas podrán ayudar a salvar el mundo y podrán convivir con la gente en paz. Campbell pregunta porqué las elfas no pueden reproducirse si ella es la Diosa de la Naturaleza, pero desvela que es una maldición de Pharasma, debido a una pelea que tuvieron ambas. Ningún hijo concebido por una elfa del bosque nacerá jamás con alma.

Terminan de hablar con Rose y esta les advierte, antes de ir, de que las plantas le susurran que en la fortaleza de los caballeros la sangre está corriendo. Con esta advertencia el grupo parte rápidamente allí y se encuentra al último de los elfos (Kaesius, personaje de David de la campaña de la Suprema) rodeado de cadáveres de los caballeros de Bellacor. Elia reconoce haber salvado a un bebé en la guerra que declaró la orden hacia estos, siendo su responsabilidad luchar contra él. Los compañeros no quieren dejar que luche sola contra alguien tan peligroso pero el elfo no tiene intención de matar a otros que no sean miembros de la orden de Bellacor.