Sesión 18 -

En la base de la Inquisidora, Nadia defiende a los protagonistas y asegura que tienen el mismo objetivo. La Inquisidora y las Ejecutoras son reticentes pero finalmente entienden que necesitarán su ayuda y que solo son manipulados por la Consejera. Juntos planean el ataque a la torre final.

Al día siguiente todas las fuerzas de la Inquisidora se teletransportan a la montaña helada con la inmensa torre final y enfrentan a los demonios del General (creados en realidad por la consejera). Victoria se queda como tiradora en una montaña. Kassandra, Nakamura y Ran pelean contra los demonios en la entrada para ganar tiempo al resto del grupo. Estos avanzan en la torre hasta llegar a un gran pasillo donde enfrentan al General, a Seraphina y a una sombra de la Inquisidora, como aquella del templo de la Sombra Desvanecida que adoraba a la Consejera.

La Inquisidora es la única que puede luchar contra si misma y los protagonistas junto a Nadia y Kurokawa luchan contra el General y Seraphina. Finalmente vencen, matan a Sera pero perdonan al General, quien lucha honorablemente y lamenta que hayan tenido que estar en bandos enfrentados. EnLa esteInquisidora momento,vence al límite y cae inconsciente al suelo. Tras ambas batallas, la pared se rompe al ser golpeada por Loran. Este ha conseguido escapar de la Jueza y esta luchando contra Leo por su vida. Con ambos heridos, intervienen Azadon y Kaesius para acabar con Leo. Loran celebra la victoria y revive a Leo, convirtiéndole en su esclavo eterno. Juntos de nuevo, Azadon, Kaesius y Loran avanzan en la torre hacia una enorme máquina capaz de rasgar el vacío, la original de Adam.

Accediendo al Vacío se encuentran a la Suprema, quien en realidad es Lilith de Sunrider y Ángeles Mecánicos, la Consejera, quien es Eris / La Sirena del Vacío, también de partidas como The Holy Father y Ángeles Mecánicos, y finalmente Adam, el creador original. Ahora con Loran son los cuatro Avatares del Equilibro. Eris ríe y celebra, alabando al "Supremo" de su plan, pero en ese momento todos es dan cuenta de que no hay ningún supremo, Eris ha perdido la cabeza tras tantos años atrapada en el Vacío y personifica el Vacío como una entidad con voluntad.

Eris intenta convencer a Loran de que use el edicto para matar a todos, sin embargo, sus compañeros le hacen entender que ahora Loran es también un Avatar del Equilibro. Loran acepta la realidad y se da cuenta de que el poder que tanto ansía será su perdición. Intenta huir pero no puede, se encuentra en un empate eterno entre otros seres igual de poderosos que él. Eris explica que tanto Lilith como ella están decididas a acabar con todos los Avatares aunque sea su perdición.

• Lilith, la idea de orden, quiere acabar con los Avatares para estabilizar el Vacío. Sabe que por mucho que intente controlar y abarcar, los demás Avatares contrarrestarán su poder y anularán todos sus esfuerzos. Si de verdad desea un mundo justo debe renunciar a su vida por un bien mayor.
• Eris, la idea de caos, quiere acabar con todo por darle un sentido a todos esos años atrapada. Cree que el Vacío está vivo y la ha atrapado con el objetivo de que ascendiese al resto y los matase a todos juntos, deteniendo las mareas del Vacío y librando a este de dolor.
• Adam, la idea de bien, quiere vivir, pues el es humano y sabe que si muere como Avatar perecerá sin posibilidad de que nadie salve su alma, cayendo al mismo Vacío del que él ha intentado librar al resto de humanidad.
• Loran, la idea del mal, quiere vivir, ha obtenido el poder que deseaba pero a costa de no poder utilizarlo. Se encuentra en ese empate eterno y condenado, posiblemente cerca de la muerte.

Sabiendo esto, los protagonistas deciden... Huir!

Utilizan el brazo mecánico de Loran (que en su momento perteneció a Bianca de la partida The Holy Father) y se intentan teletransportar fuera. Eris les advierte pero no escuchan, y al intentar huir rasgan el espacio-tiempo, desestabilizando el Vacío y este les expulsa, pero directamente al pasado, cuando Adam puso por primera vez la máquina a funcionar. Con el Vacío ahora rompiéndose, seres oscuros de una masa viscosa de Vacío, hacen presencia en la sala y termina la partida.