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Sesión 16 - 22/06/24

Azadon y Kaesius, junto a Ran y Victoria, acuden a la capilla según las órdenes de Loran. Aquí se encuentran que Judius ha matado a Lexoria, su cériga compañera, tras esta atacarle y confundirle con un no-muerto. Judius se encuentra mentalmente destrozado y despesperado por la situación, la ciudad de la Jueza arruinada.

El grupo lucha contra él y cuando está desfalleciendo con las tripas en el suelo, Kaesius pretende humillarle más. Victoria amenaza a este dado que se ve reflejada en Judius, habiendo seguido a su superiora y muriendo por ello. Afortunadamente, consigue tiempo a Judius para tomarse un veneno y morir sin más dolor. En ese momento la presencia de Justicia de la Jueza ataca la ciudad, en concreto a Loran. Todo se derrumba y los protagonistas se ven obligados a huir. Una vez de vuelta en las afueras de la ciudad, comprueban que el escudo ha sido bajado. Sin embargo, pueden ver a la distancia como Loran es capturado por Justicia. Con esto se quedan perdidos y sin saber bien su próximo movimiento.

La situación no dura demasiado, pues La Consejera hace presencia. Esta les "recomienda" de forma amenazante que activen todas las torres, asegurando que no puede confiar en el Analista para el trabajo. Azadon y Victoria se revelan, el primero por no querer ser un peón en su tablero y la segunda por no ayudar a la enemiga de su jefa, La Inquisidora. Eris igualmente insiste en ello y les dice que busquen pergaminos de teletransporte en el cadaver del Guía. Con estos deberán ir a la iglesia de los Acólitos y que les indiquen como hacer funcionar las torres. Como detalle, Kaesius menciona el brazo para ver en el pasado y expresa su descontento por no haber terminado de observar la historia de Adam. La Consejera, con un desden frío, le asegura que no tienen que preocuparse por ello y que hay cosas que no deben saber. Antes de irse promete quitarles de su "tablero de juego" si cumplen con esta última petición. La situación deja a todos asustados y desconcertados pero sin otra mejor opción para el momento.

El grupo avanza hasta la orilla del río, donde lucharon sobre los cielos contra los ángeles, y localizan el cadaver del Guía con una varita de teletransporte. También observan su cara y cuerpo (normalmente está tapado) y pueden ver con horror la forma de este, desfigurado y retorcido como un montón de carne, no por la pelea sino por ser esta su verdadera apariencia. Queman el cadaver para no tener que mirarlo más y saquean sus pertenencias. Debido al humo atraen a la Defensora y la Mediadora. Estas aseguran ver a Kaesius como un monstro y no como un ángel, alguien perdido en el abismo de la oscuridad. Todos luchan pero las ángeles van perdiendo. La Mediadora huye por orden de la Defensora pero antes de hacerlo se da cuenta de que ella está a punto de morir. Ante la situación de violencia, aparentemente irrecuperable, la Mediadora, Liv de la partida de "The Holy Father" decide curar a Azadon quien estaba incapacitado y ayudar a sus enemigos. Esto hace que se detengan y cese el combate. Hablando entre ellos, las ángeles explican que la Suprema tiene razón en sus motivos y por ello busca un equilibro en sus tropas, porque sabe que no existe un bien sin un mal del mismo nivel. A esto, Kaesius habla con ellas haciendo que duden de la bondad de Leo, el actual Padre de los Ángeles. Antes era conocido como el santo con un halo pero ahora carece de este. Antes era la leyenda que nunca había blandido un arma, pero ahora porta una espada llameante. Todo aparenta a que Leo no es el mismo y el grupo de ángeles no puede negarlo. Abandonan la escena deseando suerte a los protagonistas y quedando como aliadas futuras de estos.