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Esferas de los Dragones

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Las Esferas de los Dragones fueron varios artefactos creados por los Dragones en su último intento desesperado de sobrevivir a la extinción que amenazaba su raza. Formadas con las almas de los Dragones más ancianos y peligrosos, estas fueron entregadas a los Kobolds, quienes tenían el deber de llevarlas a los templos esparcidos por todo el mundo despertando así a sus maestros.

Desgraciadamente los Kobolds siempre han sido una raza cobarde y poco brillante, tanto que ni siquiera tienen la capacidad de construir barcos para viajar entre islas, por lo que los templos donde deberían colocarlas nunca fueron alcanzados. Además, Vazok, los Gigantes y los Alados, conocedores de este plan, buscaron las esferas para destruir cualquier posibilidad de regreso de los Dragones. Muchas fueron destruidas, pero otras permanecen escondidas por el mundo, esperando a ser encontradas.

Siglos más tarde, con la llegada de los Humanos, estos se encontraron en las primeras islas los asentamientos Kobolds y fueron masacrados por la ambición y el miedo de los conquistadores. Antes de morir, los Kobolds en un intento de salvar su vida, sin éxito, desvelaron la localización de varios de los templos . Una de estas esferas cayó en manos de Britannia, quien piensa que puede ser un camino a encontrar más Velas de Alma.

Dentro de Britannia decidieron dar la esfera a un corsario externo a la corona, para no levantar las sospechas de Cartalos. Debido a que uno de los nobles, Philip Hamilton, tenía un primo corsario algo conocido, (pero no lo suficiente) llamado Arthur le ofrecieron a este la Esferas de los Dragones para desvelar su misterio.

Antes de partir en busca del templo, Arthur fue retado por Holt a una partida de cartas. Holt hizo trampas y consiguió la Esferas de los Dragones, para cuando Arthur se dio cuenta ya era demasiado tarde y tuvo que ir tras él. En su persecución, Arthur hundió el barco de Holt y la esfera cayó al mar, pero afortunadamente para ellos esta no puede hundirse, así que flotó hasta llegar a La Isla de los Kobolds.