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Velas de Alma

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Las Velas de Alma son otro artefacto junto a La Tabla del Destino que pertenecen a Pharasma, la Diosa de las Almas. Estas son solo un medio para poder acceder al objeto final que es la tabla, pero en si guardan una serie de condiciones, desventajas y utilidades por si mismas. Estas fueron entregadas una por cada raza y otra a su adalid Vazok haciendo un total de 8 de ellas.

Lo más característico que uno notará al sostenerla es que una llama azul prenderá de ellas con la fuerza de su alma, pero una vez la hayan tocado, estará vinculada al alma de quien lo haya hecho. Solo en caso de sujetarla otra persona cambiará de "dueño" y la primera persona podrá ser libre. Esto podría considerarse una maldición, pues si la vela se apaga por agua, oxígeno o cualquier otra razón, la persona vinculada caerá desplomada y enviando su alma al plano etéreo. Al contrario si alguien sacrificase almas para potenciar su llama, podría ser capaz de vivir indefinidamente, algo que ha estado realizando el Rey Charles I de Britannia.

La Vela de los Gigantes

La primera fue entregada a los Gigantes, quienes custodiaron esta asegurándose de que nadie más pudiese llegar a conseguirla.

La Vela de los Dragones

La segunda fue entregada a los Dragones, quienes deseosos del poder que tendrían con la tabla, atacaron a Gigantes y Alados. Tras la guerra, los Alados convencieron a los Gigantes de que estos les cediesen la vela para custodiarla.

La Vela de los Humanos

La tercera fue entregada a la raza de Humanos desde sus inicios. Esta fue guardada y escondida en las ruinas de Stonehenge, donde años más tardes fue encontrada por la casa real. En aquel momento gobernaba Charles I de Britannia.

La Vela de los Elfos

La cuarta vela fue entregada a los Elfos, quienes la protegieron durante muchos años frente a los Orcos hasta que no pudieron aguantar más y tuvieron que retirarla a la isla del Sur. Ahora que La Corona de Britannia ha conquistado la isla y a sus habitantes, se han hecho con el poder de la vela, consiguiendo así dos de estas. En concreto la defiende Yami von Barok.

La Vela de las Bestias

La quinta vela fue entregada a los Minotauros, quienes lucharon contra también contra los Orcos para mantenerla. Tras siglos de lucha, fueron llevados cerca de la extinción y se vieron forzados a abandonar su tierra hacia la de los Humanos. Allí, Christov y los demás Minotauros fueron recibidos como dioses y lideran hasta el día de hoy la religión del Imperio de Cartalos, el Taurismo.

La Vela de los Enanos

La sexta vela fue entregada a los Enanos, quienes junto con los Gnomos, la investigaron para intentar hacer copias de esta y conseguir invocar La Tabla del Destino. Cuando Vazok descubrió esto, les arrebató su vela y condenó a vivir el resto de sus vidas bajo tierra. La vela fue entregada a los Orcos, quienes hasta entonces habían sido cazados y repudiados.

La Vela de los Tritones

La séptima vela fue entregada a las razas submarinas, en concreto a los pacíficos y gráciles Tritones. Estos acordaron con el resto de criaturas submarinas que defenderían sin abusar del poder de la vela, pero pidieron consenso entre todos para esto. Las demás criaturas marinas aceptaron y sirven fielmente a este propósito.

La Vela del Adalid

La última vela la porta Vazok, actuando como Amano Kouji. Su misión es dar esta vela a quien considere digno y solo una vez se hayan reunido las 7 anteriores. Su intención no es esta, pues no cree que nadie sea digno del poder que otorgaría su Diosa.