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Sesión 02 - 26/12/21

Los protagonistas tienen que hacer dos plegarias antes de reunirse con Tharja. Harán un par de misiones y conseguirán almas (tirarán un dado y dependiendo del resultado conseguirán más o menos). Una vez que hablen con esta, les ofrecerá un trato: ella les dará las 1000 almas, pero ellos deberán encontrar pruebas de que Hasmal no consiguió su rango de forma legítima. Podrán hablar con otros ángeles, pero ella les recomendará ir a un mundo en particular, de donde proviene él. Les dará una cruz egipcia para que puedan canalizarla e ir a ese mundo. Allí deberán buscar a Tena, a ella deben pedirle la pluma, entenderá de que hablan. En esto, aparecerá Luluma por la forja, Tharja se arrodillará rápidamente. La Querubín preguntará cual es su excusa para estar en una zona prohibida para ellos. Tharja responderá que venía a recoger un arma particular pedida por Hasmal, la cual urgía. En el caso de los protagonistas, se inventarán otra excusa.

Cuando estén listos irán a este mundo y aparecerán en medio de una ciudad egipcia. Aquí preguntarán por el mercado si alguien conoce a Tena, el vendedor la conocerá por ladrona y mentirosa, pero no sabrá donde está. Al seguir buscando se meterán por un callejón y les atacarán varios mercenarios con Tena, la cual les preguntará por que la buscan. Al decirles que vienen de parte de Tharja, les apuntará con su sable al cuello y les dirá que su hermana está muerta. La tendrán que convencer y preguntar por la pluma.

La pluma se dice ser la pluma de Horus, uno de sus dioses, que vino en el pasado otorgándoles avances en arquitectura, agricultura, ciencia y medicina. Se dice que los que se incumplen su credo se enfrentarán a la ira de Horus en los cielos. La pluma es la única prueba de su visita y es un tesoro del Faraón Harut. Tena siempre quiso la pluma, pero para venderla por una fortuna, pero si ayuda a su hermana de alguna forma la cederá con gusto. Para ello pide la ayuda de los protagonistas y podrán elegir o bien infiltrarse en el palacio o pedir una audiencia alegando ser ángeles enviados de Horus.

Cuando lleguen a palacio, se encontrarán con que el Faraón es un bastardo, corrompido por el poder que le otorga la pluma. Se hartará de ellos y mandará que los ejecuten, pero en ese momento, entrará en la sala