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Sesión 08 - 05/02/22

Los protagonistas se encuentran a los antiguos compañeros de Vazok: Egawa, Minamoto y Togashi, además de a los ángeles Nanael y Ricardo. Los primeros estarán muy sorprendidos de ver a su maestro y los segundos de que hayan podido salir de los infiernos.

Cuando Vazok se fue (murió) para cumplir el cometido de Pharasma, Togashi se encargó de enterrar su cuerpo y defender la villa de los no muertos. Mientras, la Mujer de los Cerezos seguía haciendo crecer en número su ejercito. Debido a la presión e incapacidad por parte de Togashi y los suyos, este buscó respuestas y ayuda en el templo de Vazok, donde encontró escritos sobre los ángeles y como para cumplir su misión debería renacer como uno. Con esta nueva información, Togashi rezó a los supuestos ángeles y se le aparecieron para ayudarle a luchar, tras el combate volvieron a los cielos. Togashi pensó que si toda la aldea rogaba a estos ángeles, podrían ganar la guerra contra la Mujer de los Cerezos e incluso volver a ver a su maestro Vazok. Esta última batalla fue el esfuerzo de las plegarias de la villa durante meses para vencer a uno de los generales del ejercito.

Ricardo les contará que fue ascendido a Principado como recompensa por la información sobre ellos, aunque no era su intención. Nana sospecha que fue una compensación para no aumentar más la disputa entre los Tronos. Rico entiende que no pueda saber como o porqué están ahí, al fin y al cabo, que estén desterrados a los infiernos es culpa suya.

Aunque la mayoría de ángeles se retire, otros se quedarán a beber y disfrutar un poco en la villa. Rico insistirá a Nana y a su grupo en quedarse a tomar algo para hablar con los protagonistas.

Al llegar a la ciudad verán símbolos religiosos que adoran a los ángeles, en vez de los de Pharasma que recordaba Vazok. Al andar por la calle, la gente exclama con alegría que su salvador ha regresado, con las alas negras, siendo considerado el líder de los ángeles. Por supuesto, por ser los héroes y su divino, no se le cobrará nada en ningún sitio. En la posada se les ofrecerá estancia de necesitarlo.

En la taberna también conocerán a otro grupo de ángeles, estos mucho más “peleones” que intentarán provocarlos. En el momento no harán nada, incluso en el caso de Bianca provocar pelea, su líder les contendrá, porque su intención es robar almas en medio de la pelea.

El primer paso después de la “presentación” será acudir al templo de Vazok, donde encontrará pistas de que debe buscar a alguien en los cielos. Este recordará un lugar secreto donde guarda sus objetos de más aprecio o valor. Se encontrará con que está vacío y en su lugar verá una nota que dice: “Debes encontrar al padre”. Sin duda la letra no es suya, entonces recordará que es Pharasma, a través de un ritual que hizo con la diosa.

Otro dato importante del mundo de Vazok, es que no hay más tengus que él. Nacido de entre los humanos y maldito por la energía necrótica del mundo en el que habita. Esto le convierte en un ser afín y compatible con Pharasma, siendo él la única puerta de la Diosa hacia ese mundo. Pese a que los ángeles puedan acceder sin problema, es un mundo alejado de la mano de la Diosa de la Muerte. Esto solo lo saben Vazok (cuando se acordaba) y la Mujer de los Cerezos, debido a que ha experimentado con el poder de la muerte lo suficiente para ser también afín a Pharasma.

Al día siguiente, a primera hora, los no muertos ya habrán aparecido en el campo de cerezos, serán menos pero más poderosos y aún no habrá ángeles, salvo los que se hayan quedado del día anterior. Los protagonistas lucharán y el otro grupo de ángeles que conocieron en la taberna, se interpondrán en su camino para conseguir almas.

Una vez que maten a todos, esta vez si, la madre undead dirá a Vazok (de usar su hechizo) que se encuentran formando parte de un ritual para traer a la vida a una poderosa nigromante. Si Vazok encuentra el cuerpo, se encontrará sanándose y podrá recordar que fue una misión de Pharasma matar a aquella mujer. El podrá decidir que hacer en ese momento, esto influirá en el enfado de la Señora de los Cerezos, pues la mujer se trata de su madre.

Si se lleva el cadaver, un ejército atacarla la villa, sin pausa y creciendo cada vez más y más. Vazok volverá a su templo con Bianca mientras Leo y Liv se quedarán. Allí, Vazok encontrará una nota. Con ella, recordará una zona del bosque donde intentaba comunicarse con Pharasma, donde ahora se encuentra su cadaver, intentando llamarla para cumplir la voluntad de la Señora de los Cerezos, matarla (o al menos dar un golpe a la Diosa, lo suficientemente fuerte como para alejarla de su mundo de una vez por todas).

Una vez que venzan, Liv irá a llamarles, para decirles que un undead gigante está arrasando la ciudad, imposible para Leo o los demás ángeles. Cuando vayan verán que todo está perdido, pero bajarán las Virtudes. Estas lucharán contra el gigante y Mokuel contra Kaguya (la señora de los cerezos). Mokuel ganará, pero cuando menos se lo espere aparecerá el Slayer, quien matará a la Virtud en un abrir y cerrar de ojos para luego ir a por sus compañeras. Leo gritará y se acercará a ayudarlas, pero estarán muertas. El Slayer rezará por primera vez y ascenderá de repente a Dominio, le saldrán alas, pero se las arrancará él mismo. Leo, enfadado, desatará su poder y revivirá a las Virtudes, ángeles, soldados de la villa… Con esto se dirigirá hacia el Slayer y le dejará claro lo que piensa.

Todo el mundo presente, mirará a Leo y se arrodillará ante él. Las Virtudes mencionarán nunca haber visto un poder semejante, quizá comparable a las historias de cuando los Serafines luchaban al lado de los demás ángeles. Adorando a Leo, ascenderán todos juntos de nuevo a los cielos, donde serán reconocidos como héroes elegidos.