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Sesión 03 - 01/01/22

Los protagonistas luchan contra la momia gigante y la vencen. El antiguo Faraón Set-Mut les reconoce como ángeles y les explica que sus acciones son necesarias. Su plan es revivir con el sacrificio de la pluma más las miles de almas que está recolectando. El Faraón Harut no era merecedor del título, ahora será su responsabilidad. Además, el pago por aquella pluma fue su propio hijo, no cree que deba devolverla. En esto aparecerá Aarcon, matará de un solo rayo de luz (que saldrá por su pico) a Set-Mut y coge a los protagonistas con sus cuatro brazos para decirles: estais obligados en participar en un jucio.

Aparecerán de pronto en los cielos, en frente a varios ángeles importantes (Tronos, Dominios…) y serán acusados de: conspiración, desacato, allanamiento, apología del delito, calumnia… Les dará oportunidad de defenderse a si mismos. Leo dirá que en ningún momento han hecho esas cosas de las que se les acusan, que ellos luchan por le indefenso, mucho más de lo que podrían decir otros. Con esto Lorenzo le acusará de ir en contra de sus compañeros. Cuando pidan pruebas de esto, tirarán abajo a Ricardo, malherido y con pinta de haber sido torturado. Entre los ángeles que observan esto, saltará Nanael abriéndose paso entre los guardias para socorrerle. Acusará a Lorenzo de ser un monstruo, mientras sujeta a Rico entre lágrimas. Lorenzo preparará un ataque contra Nanael, pero Pahalia y Armaros se pondrán en medio para evitar que lo haga. Pahalia acusará a Lorenzo de comportarse como un demonio, alegando que él es mejor que eso. 

Los Diez Mandamientos:

  1. Amarás al Padre sobre todas las cosas
  2. Respetarás a tus hermanos alados
  3. Santificarás las plegarias y a sus oradores
  4. Perdonarás y avanzarás de tu pasado
  5. No matarás inocentes
  6. No cometerás actos impuros
  7. No robarás ni codiciarás bienes ajenos
  8. No darás falso testimonio ni mentirás
  9. No darás la espalda a alguien en apuros
  10. No caerás en ninguno de los pecados capitales

El veredicto, pese que debería ser condenado con la pena de muerte, será servir en las cruzadas. Sobre Hasmal dirá que es culpable por no llevarles por el buen camino, pero solo recibirá una sanción. Este se callará y se arrodillará ante Lorenzo. A esto Pahalia insiste en que se sabe por otras veces que no es merecedor de su puesto, que deberían sancionarle de forma más grave. Si le entregan la pluma Lorenzo le restará rápidamente importancia, pero cambiará de opinión sobre su castigo y decidirá mandarlo con ellos a los infiernos. Cuando Hasmal intente excusarse, rápidamente lanzará el hechizo para llevarnos al infierno. Lo último que escucharán es a Lorenzo, pidiéndole a Tharja que dé un paso al frente.

Una vez en los infiernos, caerán en medio de ninguna parte, estará todo tranquilo. De repente se alzarán un Serafín y un Serafín caído. En cuanto esto ocurra, un ejecito de demonios y otro de ángeles se dirigirán a combatir.  Los protagonistas deberán huir para sobrevivir. Aún lejos del combate, se enfrentarán a varios demonios. Será su elección si salvar o no a Hasmal. Si le salvan, este les dirá todo lo que quieran saber.

Después, andarán sin rumbo durante un rato, hasta que les atacará un demonio más grande, tendrán que hacer tiradas de salvación y sobrevivir hasta que llegue el Slayer y lo derrote. Luego este les ignorará y pondrá rumbo a la casa de Pepe (Pepemue Prraktrimon). Allí, Pepe usará las almas recogidas en la gema del pecho del Slayer para mejorarle (subirle de nivel) en vez de donárselas al Padre. Pepe recibirá a los protagonistas con los brazos abiertos.

“Habéis sido traicionados por la corrupción de los cielos, pero no temáis. Aquí siempre hay sitio para uno más. Estaréis confusos, pérdidos, pero yo puedo ayudaros a encontraros. Siempre que estéis dispuestos.”

Les explicará que el Slayer ha sido creado por seres superiores a su imaginación, su trabajo es solo alimentarlo para que crezca. Con el éxito del Slayer él ganará un favor, así que si ellos ayudan a esto, él les ayudará a ellos.