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Sesión 09 - 12/02/22

Vazok irá junto con Bianca y Togashi a su templo, donde encontrará restos de los ingredientes que utilizaba para sus rituales con Pharasma. Con esto recordará donde hacía los rituales, una zona donde la pared que le separa de su Diosa es más delgada. Antes de que puedan hacer nada más, entrará en escena otro Undead Monk y tendrán que luchar para vencerlo.

Una vez vencido, avanzarán hasta el lugar del ritual donde se encontrará el cadáver de Vazok (pájaro) intentando profanar el lugar por órdenes de su nueva maestra. Lucharán contra él y le vencerán también, para encontrar en su cadáver una nota para si mismo. Después de leerla, Vazok podrá hablar con su Diosa, quien le recordará su misión: encontrar al Padre.

Tras esto aparecerá Liv y les rogará ayuda en la batalla, diciendo que no podrán aguantar más. Al volver verán la villa en llamas llena de undeads y liderándoles la Mujer de los Cerezos. Esta invocará a una enorme criatura colosal, capaz de aplastar la aldea por si misma. Con esto como señal, aparecerán las Virtudes, lideradas por Mokuel, quien plantará cara a Kaguya, la Mujer de los Cerezos.

Tras una violenta batalla, Mokuel estará frente a Kaguya, victoriosa y preparada de asestar el último golpe, cuando el Slayer surge de los Infiernos. Antes de que la Virtud pueda cuestionarse su presencia, el Slayer la asfixiará con una sola mano hasta matarla. Entre los undeads, Leo lucha por acercarse y defender a las demás Virtudes, pero todas mueren a manos del Slayer. Una vez muertas todas, este se pone de rodillas para rezar al padre y le salen alas. El Slayer se levanta y arranca sus alas sin dudarlo.

Una vez ascendido a Domino, el Slayer hace lo que mejor saber hacer, matar. Comenzando por la causante de todo este caos… Kaguya. Esta de rodillas, está rendida y parece admitir su derrota, pero su madre, Tsukimizu, se pone entre ambos. Antes de que Kaguya pueda apartarla, el Slayer la mata de un solo golpe sin apenas esfuerzo, y cuando se dispone a asesinar a Kaguya, Leo estalla en rabia matando al Undead gigante, le salen alas y porta una brillante armadura. Esto hace detenerse al Slayer, dándole tiempo suficiente a Leo para interponerse entre ambos. El Slayer lo mira, aprieta el puño… pero titubea y decide dejarlo estar. Leo le dirá que es un monstruo que solo genera odio, dolor y sufrimiento. Con un batir de sus alas, tanto humanos, como ángeles y Virtudes vuelven a la vida mientras los no muertos vuelven a descansar. Leo se gira hacia Kaguya, quien sostiene a su madre entre sus brazos, y le dice “Tsukimizu, tu muerte fue prematura, te mereces otra oportunidad, levántate y abraza a tu hija”. Con estas palabras, sucede tal y como el santo dice, Tsukimizu recupera su alma y abraza entre lágrimas a su hija.

Los ángeles no caben en sí de sorpresa, todas las Virtudes se arrodillan ante el santo llamándole Trono… no, Serafín. Leo baja su armadura y niega los halagos, pero es demasiado tarde. Todos los ángeles y humanos se encuentran rezándole, mirando hacia él con ojos de bondad y esperanza. Las Virtudes rogarán que Leo acuda a los cielos para hablar con los Tronos y ocupar el puesto que merece, pero este dudará, sabiendo que tiene cosas pendientes en los Infiernos. Quedará un poco a elección de los protagonistas si subir o volver a caer.

Por si acaso llegasen hasta aquí, hay dos opciones:

  • Subir a los Cielos

Leo subirá a los cielos, donde los Tronos le recibirán con los brazos abiertos, salvo Lorenzo. Pahalia argumentará que el Padre decidió mandarle a los Infiernos sabiendo que reforzaría la voluntad de el santo. El Slayer aparecerá también y cuando sea acusado, el Trono Lorenzo dirá que si se realizará un juicio contra él, pero que con la cantidad inmensa de almas donadas, seguramente “redima” sus pecados.

  • Caer a los Infiernos

Volverán al foso de siempre, aquí les recibirá Thalia con otros ángeles y demonios.