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Sesión 03 - 31/08/24

Durante la tarde, cada miembro del grupo aprovecha para investigar desde diferentes frentes.

Elia decide trabajar como camarera en la taberna junto a Orson, buscando cualquier indicio sospechoso. Sin embargo, todo parece transcurrir con normalidad. A medida que avanza la jornada, se deja llevar por la situación y, con su carisma, termina atrayendo a casi toda la villa a la taberna. Orson, siempre avaro, aprovecha la afluencia de clientes para cobrar incluso por cada pisada dentro del establecimiento. Entre risas y copas, los aldeanos terminan abriéndose con la nueva camarera, compartiendo sus vidas y preocupaciones sin reservas.

Mientras tanto, Knux decide salir de caza, siguiendo los consejos de Kent, el carnicero encarcelado. Descubre que el antiguo cazador del pueblo ha desaparecido, por lo que la villa lleva días sin una fuente fiable de carne fresca. Con algo de esfuerzo, logra cazar unos conejos, que servirán para la cena.

Por su parte, Campbell visita la iglesia del pueblo, donde encuentra una caja mágica que solo puede abrirse mediante un acto de fe. Al conseguirlo, accede al diario del anterior clérigo de Pharasma, quien dejó constancia de su lucha contra el culto oculto en Eldoria. En sus escritos, el clérigo revela que intentaba guiar a estos fieles confundidos de vuelta al camino de la diosa, alejándolos de las creencias heréticas que habían adoptado. Sin embargo, en sus últimas anotaciones, se muestra cada vez más preocupado. Escribe con determinación sobre su inminente reunión con Lord Lyssander, en la que planeaba advertirle de que su hijo nacería muerto. El grupo ya conoce el destino de aquel sacerdote: fue ahorcado en el árbol del pueblo poco después de escribir esas palabras.

Cuando cae la noche, los protagonistas se reúnen de nuevo en la taberna, listos para la incursión en el cementerio. Gracias a una llave oculta por el antiguo clérigo, logran acceder a las catacumbas sin llamar la atención.

Nada más entrar, se enfrentan a una perturbadora visión: entre los oscuros pasillos, múltiples no-muertos deambulan sin rumbo. No tardan en despacharlos y continuar su avance, solo para descubrir que los miembros del culto que buscaban… no son más que simples aldeanos de Eldoria.