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Sesión 13 - 23/11/24

El viaje a la ciudad del norte terminó en medio de una guerra. Desde la cubierta del barco, el grupo observó el caos que consumía la ciudad: soldados de Bellacor luchaban contra traidores entre sus propias filas, guerreros que creían en la guerra solo como conflicto y supervivencia del más fuerte. Los campos ardían, el sonido del metal chocando contra metal se mezclaba con los gritos de los moribundos.

Al bajar en bote, dos soldados de Bellacor los interceptaron de inmediato. Con cautela, los llevaron ante la Lictor del Norte, Valeria, una mujer de presencia imponente. Aún con su máscara, sintieron como sus ojos se dirigieron rápidamente hacia Elia. Durante años, Elia había sido perseguida como traidora, acusada de asesinar a incontables caballeros de Bellacor. Sin embargo, ahora Valeria entendía la verdad que pocos estaban dispuestos a aceptar: Elia había intentado evitar este conflicto, su hoja había caído sobre aquellos que buscaban traer el caos que ahora devoraba el continente.

Sin dudarlo, Valeria tomó una decisión. Con dos Paralictors caídos, uno traidor y otro muerto en combate, necesitaba refuerzos inmediatos. Elevó a Elia al rango de Paralictor en el acto, confiándole una misión crucial: viajar a la base del norte y enviar hechiceros de refuerzo para sostener la línea de batalla.

Tras recibir sus órdenes, el grupo se dirigió a la catedral de la ciudad. En su interior encontraron a la joven Acólita Tanith, casi una niña, temblorosa y aterrorizada por los horrores que asolaban la ciudad. Junto a ella estaba su auxiliar, Kaiden, un viejo amigo de Campbell, así como una de las Veladoras, asesinas élite y guardaespaldas de la Guardiana del Destino. Extrañamente, en lugar de proteger a la líder de la Iglesia, la Veladora estaba con Tanith.

Mientras Tanith apenas podía hablar, Kaiden compartió información clave con el grupo:

  • En la capital del Reino del Norte se encontraba una esfera similar a la que los transformó en animistas.

  • El hijo de Knux estaba en algún lugar de los pueblos al sur del bosque maldito.

  • Elisabeth, el amor platónico de Campbell, había sido vista en la ciudad de los magos, Ellanthor.

Antes de que partieran, Tanith les suplicó algo más: que viajaran a Cragstone Peak y avisaran a su madre, la Guardiana del Destino, para que enviara ayuda a la ciudad. Con la guerra en su punto álgido, cada decisión pesaba más que nunca. Con el destino del norte colgando de un hilo, el grupo debía moverse rápido.